La bulería es tal vez el estilo más conocido del flamenco, un estilo festivo, rítmico, alegre. Musicalmente hablando nos movemos en un compás de 12×8, o de su mitad 6×8, incluso su unida mínima 3×4. Todo va a depender del sentido que le queramos dar.
Armónicamente se toca en ” modo flamenco “, aunque las dos tonalidades principales son el toque ” por medio “, es decir en A(la) flamenco, y por E(mi) flamenco. Sucedía que la época de los cantaores clásicos no existía la cejilla, de forma que podían elegir entre esos 2 tonos. Por eso escuchamos grabaciones antiguas donde o le va muy bajo el tono al cantaor o casi se asfixia de lo alto que le queda.
Hoy día casi ya la podemos escuchar en varios tonos donde obtenemos otro tipo de sonoridad y de colores a la hora de armonizar.
Si desde ” A flamenco ” vamos subiendo un tono consecutivamente, nos encontramos con las principales tonalidades: B(Granaína), C#, Eb, subiendo 1+1/2 tenemos F#(taranta), y uno tono más tenemos G#(minera). Personalmente me gusta moverme en C# y en F#.
Para que la bulería fluya, para que quien la escuche tenga ganas de moverse, es necesario salir del corsé de los 12 tiempos y navegar en el balanceo y el vaivén del 6×8, tal y como sucede con la bulería de Jerez, máximo representante de este estilo.
Si bien mientras no sucede nada, no hay cante, no hay baile, no hay falseta, podemos percibir claramente el patrón de 12 tiempos, una vez se inicia el cante o el baile, el guitarrista tiene que dejar de pensar en 12 ya que tanto cante como baile, pueden resolver con el llamado ” añadido ” que no es más que otro medio compás de 6×8. Es ese medio compás con el que resolvemos 6 – 7 – 8 – 9 – 10 – 1 ( 11 ) – 2 (12 ) y ” recogemos ” al cantaor/a o bailaor/a.
Si nos encontramos con esta situación y no lo hacemos así, nos encontraremos con el típico problema de ” ohh dios mío no cierra en el 10…” , tranquil@ o pasa nada, solamente hay que aprenderlo. Para ello es imprescindible escuchar muchísima música y tratar de tocar encima. No basta con que te enseñen el compás y ya lo sabes, no. Hay también un factor de anticipación al cante, que te lo da el escuchar a muchos cantaores.
Esto lo encontramos en numerosas grabaciones, más acentuado si son de Jerez, y que podrás detectar si escuchas a Luís el Zambo, El Torta, Terremoto, La Macanita, La Paquera, El Londro…
No obstante Lebrija, Madrid, Sevilla, Cádiz, tienen también su propia personalidad, que hay que escuchar y conocer.
Desde el punto de vista pedagógico y de iniciación, creo que es bueno empezar con patrones de 12×8, para coger seguridad y entender el ciclo. De alguna forma primero hemos de robotizarlo para después des-robotizarlo, darle personalidad, salirse del molde, pero sabiendo la estructura principal.