Si te gusta tocar para baile, este es un estilo que tarde o temprano vas a tener que aprender, ya que la mayoría de bailaores/as lo emplean en los tablaos. Eso implica también conocer el cante y saber acompañarlo.
 
Es un estilo que aunque parezca que con 4 acordes lo tenemos todo(que es verdad), no por ello deja de ser un estilo al que hay que prestarle mucha atención a la hora de acompañar al cante, sobre todo escuchar mucho cante, para poder hacerle la lectura previa al cantaor.
 
Aquí van a tomar mucha importancia los matices, la pulsación, el equilibrio fuerza-dulzura…ya que armónicamente, si bien en un montaje podemos tener cierta libertad, en un acompañamiento clásico del cante, cualquier tensión “rara” que apliquemos puede que el cantaor de repente le entre un calambre en el ojo jaja y realice el giro de cuello tipo Terminator jajaja.
 
Esto demuestra la raiz del estilo, como se ha mantenido en el tiempo, como por ejemplo tientos o soleá.
 
Es un estilo muy elástico, si por ejemplo escuchamos a Terremoto con Moraíto, casi seguro que si intentas llevar la cuenta de la seguiriya,(1-2-3–4–5) no vas a poder. Porque está vivo, la guitarra fluctúa y baila con el cante, como si fuera mar de fondo.
 
Para baile requiere más estabilidad y se entiende mejor el esquema de los tiempos, aunque también en esta especialidad acepta más juego rítmico, en la escobilla o cuando acelera y escondemos el tiempo 5 y marcamos el 5 y medio y el 1, y de repente toma otra forma, casi con aire de bulería.
 
Quiero compartir contigo un fragmento de las asesorías que realizamos en la escuela online, de forma que puedas trabajar(si no lo conoces) esta estilo tan bonito, flamenco y visceral.
Cualquer duda me puedes escribir a info@pacocosta.com.
 
Un saludo flamenc@!!

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